A nadie nos gusta perder piezas dentales porque todas ellas cumplen con una función específica y necesitamos cuidarlas lo máximo posible. Pero en ocasiones sí llega ese momento en el que aparecen las pérdidas de piezas dentales y nos llevamos las manos a la cabeza. ¿Por qué ha ocurrido esto? Son muchas las causas que pueden estar interviniendo en ello y es lo que te vamos a descubrir. Además de que cuando tenemos una pérdida como esta, la boca se desestabiliza de alguna manera y también va a repercutir en la mordida y hasta en los demás dientes. Porque se trata de una especie de puzle del que si se pierde una pieza ya no se podrá finalidad por sí solo y siempre estará incompleto mientras no busquemos la solución.
La falta de higiene es una de las causas que provocan la pérdida de piezas
Siempre nos lo han repetido desde pequeños, pero en ocasiones parece que no le damos demasiada importancia hasta que es ya muy tarde. La higiene bucal es algo sumamente importante y a tener en cuenta. Porque si no lo hacemos a rajatabla, podemos estar dejando que el sarro se introduzca en las encías, que no lo veamos y que a la larga esto se traduzca en inflamación, gingivitis y demás. Cuando todo ello sucede puede que se lleguen a dañar las piezas dentales provocando su caída.
Ya que se van destruyendo los tejidos que soportan cada una de las piezas y al debilitarse no tendrán esa resistencia para seguir aguantándose. De ahí que cuando llegamos a ciertos extremos, vamos a necesitar más ayuda como pueden ser los implantes que suele ser un tratamiento de por vida. Así que conociendo todo esto, la causa se puede evitar para tener que hablar de problemas o consecuencias mayores. Porque si sumamos la limpieza de cada día a las visitas a tu odontólogo, seguro que consigues frenar mucho antes de que te dé esos problemas. ¿Cuál será tu gran recompensa? El poder seguir manteniendo todas y cada una de las piezas, que realmente son necesarias.
Un traumatismo
Hemos visto como la primera causa que podía provocar la pérdida de piezas dentales se podía evitar y bastante. Pero hay otras que no. Es el caso de los traumatismos, es decir de esos golpes o accidentes que llevamos sin pensar o sin esperar. De ahí que también generan un gran shock en la persona que los padece. En estas ocasiones la pérdida suele posicionarse en los dientes delanteros y desde luego, supone un problema no solo estético sino también a la hora de masticar. Ya que como antes hemos mencionado, la boca es como un puzzle que necesita de todas sus piezas. De nuevo si quieres que sea así, se podrá reconstruir tu diente o llevarte a los implantes. Siempre necesitarás la opinión del experto quien se encargará de evaluar el problema ya que seguro que habrá diferentes tipos de soluciones y en forma de implantes. Porque con uno de ellos, volverás a tener tus dientes perfectos y más duraderos ya que están hechos para que nos duren muchos años y eso es lo que esperamos.
La mala alimentación
Para poder sentirnos mejor y más sanos, en todos los aspectos, nada como apostar por una alimentación saludable. En ciertas ocasiones sí que nos podremos dar algún que otro capricho pero siempre compensando con alimentos frescos, naturales, con platos de carne como el pavo o pollo, manteniendo carbohidratos pero reduciendo los azúcares. Ya que estos son uno de los principales causantes de los problemas dentales. Esto unido a una mala higiene bucal, también puede desencadenar ese fatídico desenlace que nadie quiere vivir en primera persona. Porque cuando sucede no solo afectará a un diente sino que puede que a más de uno o a parte de la arcada. De ahí que el problema será bastante considerable.
Si bien en ocasiones no tomamos ciertos alimentos porque nos caen pesados, porque no nos sientan bien en general a nuestra salud, también tenemos que pensar en la salud bucodental.
La gingivitis
Sí, cuando hemos mencionado la falta de higiene ya mencionamos la gingivitis, porque realmente es una de las causas principales de que perdamos las piezas dentales. Se forma la placa bacteriana que se va haciendo con el interior de las encías hasta irritarlas. Es ahí cuando ya se nos deja ver en forma de enrojecimiento. Pero es cierto que no siempre nos damos cuenta de que contamos con ella a simple vista hasta que está un poco más avanzada. Aquí entra en juego la importancia que tiene el acudir a nuestras consultas cada 6 meses.
Cuando tenemos gingivitis pero no la tratamos, la enfermedad seguirá su curso e irá avanzando. ¿Qué significa esto? Pues que se deriva en la denominada periodontitis, que ya es mucho más complicada y será ahí cuando las piezas dentales pueden comenzar a moverse. Lo que implica que la pérdida de las mismas está cada vez más cerca. Este tipo de enfermedades hace que la carne se separe del diente quedando mucho más frágil.
¿Qué consecuencias tiene el perder un diente?
Hemos mencionado las causas pero ahora llega el momento de hablar de las consecuencias de la pérdida de los dientes, porque también las tiene. Por un lado, puedes tener más complicación a la hora de masticar, ya que si lo haces directamente sobre la encía te puede causar algunas molestias y si siempre lo haces sobre el otro lado, lo estarás cargando más y como tal habrá un mayor desgaste.
Los problemas digestivos también pueden aparecer ligados a lo que acabamos de mencionar del masticar. Porque si no podemos trocear cada alimento de la manera correcta, puede que nuestras digestiones sean más pesadas y nos hagan sentir molestias. Incluso, hasta a la hora de pronunciar ciertas palabras también puede ser un poco caos. Eso sí, dependerá del lugar donde falta la pieza, ya que si son dientes posteriores no van a afectar en tu pronunciación.
Sabiendo ya todo esto, seguro que tienes más claro que no debes faltar a tus revisiones y en cuanto notes algún problema en tu boca, tendrás que acudir de inmediato a tu dentista favorito.