Materiales empleados en la reparación de piezas dentales

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Si has perdido una de tus piezas dentales y quieres reponerla, a lo mejor estás interesado en conocer de qué están hechos los implantes que emplean los profesionales cualificados.

Metal

El metal está aún presente en numerosos dientes de repuesto. Para los casos de ausencia dental en infantes, aún se emplean piezas hechas completamente de metal, que hacen su función: la de evitar que los dientes vecinos se desplacen y, por tanto, quede espacio para que los dientes permanentes salgan sin ningún problema.

Sin embargo, esta solución es cada vez menos utilizada. Las piezas de cerámica tienen el núcleo de metal y el recubrimiento cerámico, por lo que los padres lo prefieren por su acabado estético.

Por otra parte, están las amalgamas, que se emplean en ortodoncia para restaurar dientes afectados por caries. Las amalgamas metálicas -hay otras de composite- son aleaciones de mercurio con otros metales. Los más comunes: plata, cobre, oro, zinc o estaño.

Como curiosidad, estas amalgamas podrían tener sus días contados, ya que contaminan el medio ambiente y la Unión Europea está estudiando su prohibición. Los efectos negativos se producen tras el deceso del paciente, especialmente si es cremado: se liberan estos metales pesados a la atmósfera.

Metal-Cerámica

Como se ha dicho, las piezas dentales de repuesto que utilizan materiales cerámicos siguen teniendo un núcleo de metal, que es el que se fija en uno de los huesos maxilares. Es su cubierta la que está completamente de cerámica.

Cerámica

Durante las dos últimas décadas las investigaciones han desarrollado dientes formados completamente de cerámica. La ventaja de este material respecto a los metales es su baja reacción química -es más inerte-, por lo que sufre menor corrosión y no libera partículas nocivas a la boca, como sí ocurre con los actuales, aunque a unos niveles muy bajos.

Las investigaciones han permitido que hoy dispongamos de estos repuestos para reparaciones anteriores y posteriores, así como para elaborar puentes. Estos materiales tienen generalmente un alto grado de biocompatibilidad con los restantes elementos de la boca.

Los materiales cerámicos que se emplean son muy heterogéneos, con unos índices de resistencia distintos. Este hecho es clínicamente muy importante, ya que debe elegirse el adecuado según la posición y función que vayan a desempeñar en la boca.

También difieren en tasas de supervivencia y acabado estético, ya que no todos tienen el mismo grado de translucidez. En este sentido, las de circonio son las más apreciadas por los pacientes.

Cemento de silicato

Quizás habría que hablar más genéricamente de cementos e incluir en esta clasificación ciertos polímeros (resinas compuestas, que veremos más adelante).

En cualquier caso, los cementos se utilizan de tres formas: para la restauración parcial de zonas dañadas por caries o traumatismos; con fines protésicos, ya que induce a la formación dentinaria; o para devolverle al diente sus funciones, anatomía y estética.

Resinas acrílicas

Las resinas compuestas están formadas de polimetilmetracrilato (PMMA) y fueron una solución aceptable por su fácil colocación y acabado estético. Sin embargo, su elasticidad, poca resistencia a la abrasión y la aparición de nuevos materiales han acabado desplazando esta solución. Las resinas dentales no eran la mejor respuesta, tampoco, en áreas grandes o en zonas de la boca que soportaban una tensión alta.

Puede seleccionarse el color de la resina deseado.

Resinas compuestas en las piezas dentales

Estas resinas tienen relleno de sílice, fosfato tricálcico o vidrio, generalmente. Mejoran a las resinas acrílicas y al cemento de silicato en su coeficiente de expansión, similar al de las piezas dentales naturales.

En contra, su superficie es áspera, lo que puede resultarle extraño al paciente, sufren un mayor desgaste y pueden erosionar a los dientes colocados inmediatamente arriba durante la masticación.

Generalmente, se utilizan como alternativa a los metales, cuando la estética es un factor importante.

En resumen, son múltiples y muy heterogéneos los materiales que se emplean en la reparación, soporte y restauración de piezas dentales, lo que explica la necesidad de acudir a profesionales cualificados y con experiencia.